Las cocinas suelen ser los ambientes más transitados de la casa. El material que elijamos para el piso de la cocina debe ser resistente y durable, no sólo al uso sino a la diversidad de imprevistos que allí puedan sucedernos. Otro aspecto primordial debe ser la facilidad de su mantenimiento. En esta nota te hacemos una propuesta muy interesante para que conozcas todos los tips indispensables al elegir el piso de tu cocina.

Es imprescindible pensar en los condicionantes generales: el espacio, la ambientación y la decoración, los muebles y la iluminación para simplificar materiales y así disminuir los costos, sobre todo porque existen muchas posibilidades de revestimientos de pisos.

El piso de nuestra cocina puede ser alisado de cemento, revestimientos de madera, porcelanato, cerámica o de piedra. Si la cocina es de uso intensivo, es preferible evitar las texturas que sean muy lisas porque la humedad propia de un espacio como éste puede convertirlo en una superficie peligrosa.

En esta oportunidad te proponemos los pisos Razzante que tienen un aspecto de piedra natural que permite crear diferentes y acogedores ambientes. Ya que resultan ideales tanto para interiores como para exteriores, podemos utilizarlo para alguna cocina que continúe en un ambiente externo o que se comunique con otro espacio de la casa.
Se trata de pisos livianos, fáciles de transportar y colocar, que logran un perfecto acabado. Se presentan en paneles cuadrados de 40×40 cm. Esto es una ventaja comparada con la piedra natural, ya que dicho material suele presentarse en bloques rústicos irregulares, gruesos y de difícil colocación.

Los pisos Razzante no requieren de mantenimiento, un aspecto importante a tener en cuenta para un espacio tan frecuentado, y poseen aislamiento térmico y cústico. Aportan la belleza de la piedra sin perjudicar al medio ambiente, porque están confeccionados con materiales que emulan perfectamente ese material.

Recomendamos los pisos Razzante en sus presentaciones Pórfido Cuero si se trata de una cocina más elegante o Laja Terracota esfumado si se trata de una cocina más rústica.